El chocolate tiene tres variedades, negro, con leche y blanco. El chocolate negro es el que acapara la atención en los estudios que hacen referencia a la salud cardiovascular debido a su alto contenido de flavanoles, compuesto que se ocupa de proteger de la oxidación a las LDL, teniendo también el efecto de disminuir la presión arterial y evitar la adherencia de las plaquetas.
El cacao disminuye la resistencia a la insulina, principal marcador del síndrome metabólico
La lipoproteína de baja densidad (LDL), es la principal transportadora de colesterol a través del sistema vascular y su oxidación produce daño e inflamación crónica en los vasos sanguíneos, formando placas obstructivas (ateromas) resultando en lo que se conoce como arterioesclerosis o ateromatosis. A consecuencia del daño en el endotelio vascular, este se hace permeable a otras sustancias asociadas a la inflamación y a respuestas inmunes, estimulando la adherencia en sus paredes de plaquetas y leucocitos, formando una obstrucción que puede derivar en una trombosis o infarto. Todo este proceso a su vez, inhibe la formación de óxido nítrico, que es el encargado de dilatar o "ablandar" las venas.
El cacao contiene altos niveles de flavanoles epicatequina, catequina y procianidinas y es este último que, en modelos experimentales, a demostrado una alta capacidad de evitar la oxidación de las LDL e incrementar la producción de óxido nítrico.
Los flavanoles del cacao afectan la síntesis de los eicosanoides
En estas moléculas están presentes las prostaciclinas que evitan la adherencia de plaquetas e inhiben la coagulación sanguínea y los leucotrienos, poderosos agentes vasocontrictores y estimulantes de la inflamación. Estudios han demostrado que el cacao estimula la formación de la primera e inhibe a la segunda aumentando así la fluidez de la sangre.
El consumo de chocolate negro estimula positivamente el metabolismo de la lipoproteína de alta densidad (HDL), llamada comúnmente como "colesterol bueno" aumentando su concentración.
El cáncer de colon es producido por un efecto oxidativo, por tal motivo se ha propuesto, aún no existen estudios concluyentes, de que el cacao podría ejercer un efecto protector del epitelio intestinal.
El chocolate no es un medicamento y su consumo está restringido e incluso prohibido para personas con obesidad o sobrepeso. Como muchos productos que aportan beneficios al funcionamiento del organismo, se debe consumir con moderación, sin romper el equilibrio y mantener el consumo de variados alimentos, e incrementar el consumo de frutas, vegetales y frijoles.
El consumo esporádico de chocolate es de 30 - 40 gramos para una persona adulta con peso normal